Una crisis puede
desestabilizarnos y abocarnos a un cambio inesperado. Pero también constituye
una gran oportunidad para crecer y redireccionar nuestra vida.
Son
innumerables las situaciones en que la vida nos sorprende, nos golpea tirando
por tierra los planes y expectativas que habíamos construido. Sin embargo, está en nuestra mano hacer de cada
situación adversa una nueva oportunidad para crecer y reinventarnos.
No
podemos evitar que nos ocurran imprevistos. Tratar de tener el control de
todo lo que acontece terminará desgastándonos y sumiéndonos en la rigidez y la
infelicidad. Los eventos suceden, incluso aquellos que consideramos
negativos. Pero la decisión de tomarlos como un fracaso o como un reto es solo
nuestra.
Ante
una crisis, tu realidad se tambalea
Se
puede definir una crisis como una situación difícil y decisiva que pone en
peligro el progreso de un asunto.
Es decir, cuando esta aparece, la realidad tal y como la conocemos se tambalea.
Lo que creíamos saber ya no sirve, aquello que dábamos por sentado, puede dejar
de estar disponible.
Se
trata, sin duda, de un cambio significativo que puede hacer entrar en pánico a
aquellos amantes de la rutina y lo familiar. Hay quien, ante estos
eventos, ve sobrepasadas sus capacidades para hacer frente a la situación y
comienza a padecer un estrés importante. Siente realmente
que las nuevas exigencias del medio están muy por encima de su capacidad de
reacción, por lo que puede terminar angustiado y paralizado.
Una
crisis puede suponer el fin de una era, de una etapa vital, de un vínculo
emocional importante. Y dado que los seres humanos tendemos a
aferrarnos a lo conocido, a lo que conforma nuestra identidad, el golpe puede
ser duro. Sin embargo únicamente necesitamos abrir la mente y adoptar una
perspectiva diferente, que nos permita sacar de la crisis algo positiva.
Una
nueva oportunidad
Una crisis no tiene por qué
suponer, necesariamente, un acontecimiento negativo y angustioso. Si lo deseas,
puede ser el inicio de una nueva oportunidad.
Algunas
recomendaciones para lograrlo:
Procesa
el cambio
Acepta lo
que está ocurriendo o lo que ha ocurrido. No te resistas,
no te estanques en la frustración de que las cosas no están saliendo como
planeaste, no fuerces las situaciones. Acepta lo que es y fluye con ello,
no siempre tenemos el control y eso está bien.
Permítete
sentir todo aquello que te genere la crisis. Mira de frente a tu dolor,
a tu tristeza, a tu ira y a tu rabia. La única manera de superar un
sentimiento doloroso es atravesándolo, no dando un rodeo o negando la
presencia de esa emoción.
Controla
tus pensamientos. Una
cosa es permitirte sentir y otra es alimentar y acrecentar una emoción
negativa a base de creencias distorsionadas. Cuida que tu diálogo
interior no consista en reproches hacia ti mismo, hacia otra
persona o hacia la vida en general. Por el contrario, genera
deliberadamente pensamientos positivos, que hablen de que eres fuerte,
valioso y capaz y de que el mundo es un lugar agradable y lleno de
oportunidades.
Crea
una nueva oportunidad
Extrae un
aprendizaje o una enseñanza de la crisis que estás atravesando. Estos periodos son el momento
idóneo para realizar una introspección y conocernos mejor a nosotros
mismos. Seguro que esta situación te ayuda a clarificar lo que quieres, lo
que deseas lograr, así como lo que no estás dispuesto a volver a soportar
o la forma en que debes actuar para que esto no vuelva a ocurrir. Empieza
de nuevo. Cuando algo se termina, siempre es el inicio de algo
mejor.
No tengas miedo de dejar en el pasado lo que ya fue y
enfocarte en construir lo que deseas ver en tu futuro. No temas
volver a empezar: recuerda que ya no comienzas desde cero, lo haces desde
la experiencia.
Por
último, confía en el proceso. Mantén la certeza de que lo que ha
ocurrido, ha sido para tu propio bien. No renuncies a tu sueño de
entrar en la universidad, de comenzar un buen negocio, de disfrutar de una
relación sana. Por el contrario, comprende que esta crisis vino a
enseñarte a estudiar de otra manera, a entender que el empleo que antes
tenías no era el mejor para ti o que mereces un amor más sano y verdadero,
de obtener tu propia vivienda que albergue a tu familia, por si se
presenta una próxima situación adversa. (por la psicóloga Elena Sanz https://lamenteesmaravillosa.com/cada-crisis-una-nueva-oportunidad/)
Qué hacer económicamente durante
la cuarentena
Consulta
con tu familia el tipo de vivienda en la que les gustaría vivir, la opinión de
todos los miembros es muy importante para que luego se sientan a gusto en ella.
Compara
lo que quieren con lo que la economía familiar del momento les permita comprar.
Con
tu presupuesto trata de conseguir lo más cercano a lo que tu familia anhela.
Luego
de tener claro lo que quieren comprar y en qué zona lo prefieren consulta los
diferentes proyectos que existen en la zona que te interesa, si necesitas ayuda
puedes contactar un agente Villanisa, él te ayudará a vivir tu propia
experiencia mientras te ayuda en tu búsqueda.
Qué hacer después de la
cuarentena
Aprovecha
las tasas de financiamiento que los bancos implementarán para mitigar la
situación a la que nos enfrentamos, recuerda que también a ellos les afecta.
Puedes consolidar tus deudas, renegociar tus préstamos.
Puedes
beneficiarte de las facilidades que las constructoras brindaran en sus
proyectos, la situación actual les obligará a flexibilizar las condiciones y
facilidades para amenizar las ventas.